Monthly Archives: December 2021

Sobre “The Power of the Dog”

Día 4

ADVERTENCIA: Lee esto sólo si ya has visto la película o has decidido no verla porque te aburre lo que hace Jane Campion.

Admiro a los críticos literarios y cinematográficos. Es casi imposible para mí ser objetiva sobre los valores de una obra cuando simplemente no me gustó, porque parto de esa apreciación personal y entonces busco imágenes, diálogos o personajes que justifiquen mi posición. Por eso esto no es mi crítica sobre “The Power of the Dog”. Es sólo mi opinión, que decidí escribir cuando alguien me pidió en Twitter que le “vendiera” la película

Mi relación con este filme empezó cuando Netflix me la recomendó : Benedict Cumberbatch (Phil), Kirsten Dunst (Rose), Jesse Plemons (George) y el muchachito de “Let the right one in” (Peter) juntos, más Jane Campion y vaqueros… Sólo faltaba Wes Anderson y, a lo mejor, algo en coreano, para que pareciera una película hecha especialmente para mí.

No tenía idea de lo que iba a ver y que el súper británico Cumberbatch de “The Electrical Life of Louis Wain”, reencarnara en este vaquero que competiría hasta con John Wayne fue una agradable sorpresa. Jesse Plemons es un anacronismo ambulante cuando lo ves en 2021: pertenece a 1920, y es, en mi opinión, uno de los mejores actores cuya carrera he tenido la suerte de presenciar. Kirsten Dunst siempre es fabulosa y tengo serias dudas sobre si el chico que hace de su hijo está actuando o esa es su verdadera personalidad. Los personajes son formidables y las actuaciones desalientan a cualquier otro actor que crea tener chance para ganar un Óscar este año.

Cumberbatch es Phil, la carismática oveja negra de una familia con dinero que tuvo la mala suerte de nacer con 100 años de adelanto. Creo que su crueldad es consecuencia de tener que ocultar lo que seguramente era considerado un atavismo. Su auto sabotaje incluye un total desdén por su higiene personal, quién sabe si también para molestar a los que lo rodean. Te recuerda que se graduó con honores de Yale citando filósofos mientras castra su toro número cien.

Plemons es George, su hermano, a quien Phil sólo llama “Fatso” (¿gordito?). Otro producto de esos tiempos, y un personaje quizás mucho más complejo que el de Cumberbatch. Es evidentemente quien dirige del rancho y puede parecer “bonachón”. “Fatso” o no, él manda, y terminas dándote cuenta de que considera a su hermano como otra de las responsabilidades que vino con los acres heredados.

Kirsten Dunst es Rose. Su personaje hace que agradezca años de lucha feminista para eliminar la idea de que solo un marido puede salvar a la “damisela en peligro”. Viuda. Con un hijo adolescente que la ayuda a regentar una especie de hotel donde no puede reservarse el derecho de admisión. Si esto fuera una novela venezolana, sería “Nacida para sufrir”. Gracias a Dios que Jane Campion nació en Nueva Zelanda.

Rose pasa de ser la dama -viuda- abnegada obligada a hacer lo que la providencia dispuso para ella en un hotel, a dama abnegada -casada con George- obligada a hacer lo que providencia dispuso para ella… pero en un rancho, cuando Phil agrega a su lista de obligaciones en el rancho el hacerle sentir inadecuada. Aterrorizada. Hasta paranoica. La inmensidad del paisaje te recuerda que no hay salida y entiendes que la transformación de Rose es la única huida posible.

Indudablemente la estrella de esta historia es Peter, el hijo de Rose. Sigo a Kodi Smit-McPhee desde que en su -nunca tierna- infancia protagonizó la versión norteamericana de “Let the right one in” (“Let me in“, en EEUU), y once años después no decepciona.

Si Peter hubiera nacido en 2004, su foto en el anuario del High School diría “Fundó su primer “start up” a los 7 años”. Es renacentista: dibuja, hace disecciones, interpretaciones botánicas en papel, estudia enfermedades infecciosas, se encarga de la decoración del comedor… y sin YouTube ni TikTok. Cuando comienza la película crees que es el hijo perfecto y, al final lo compruebas. Ama a su madre, que lo sobre protege innecesariamente. Quizás por esos ojos gigantescos que parecen incapaces de ver matar a una mosca, o a un conejito.

Su relación con Phil es complicada. Creo no haberla entendido por completo y aún me pregunto si lo que lleva a Peter a hacer lo que hizo fue sólo por amor a su madre. Tampoco estoy segura de si esta será la última vez que use su entrenamiento médico solucionar sus problemas. Pero quizás es porque he visto demasiadas películas de crímenes.

La historia es maravillosa, pero hay que prestarle esa atención que generalmente deambula cuando ves películas en tu casa. No es difícil de seguir, pero está llena de detalles que no quieres perderte por responder un mensaje de texto.

En conclusión, no he podido sacar “The Power of the Dog” de mi cabeza, dos después de terminar de verla ¿Me gustó? Probablemente.

No sé si la disfruté, pero me pareció maravillosa. Ustedes, ¿qué opinan?

1 Comment

Filed under entretenimiento, madres, Uncategorized

Hola, página en blanco: vengo a ensuciarte

Día 3

No le temo tanto a la página en blanco como a ensuciarla con estupideces. Siempre me han gustado las palabras, tanto que a veces me ha provocado enmarcar frases de de mis escritores favoritos. Lástima que no importa lo brillante del texto, una vez que los cuelgas en la pared se convierten en afiches motivacionales donde siempre hay un gatito colgando de un árbol.

Los expertos dicen que para escribir hay que leer mucho. Pero mientras más leo, peor me parece lo que escribo. Sin tener dotes de vidente, sé que si algún día me atreviera a escribir un cuento, va a ser el equivalente a un acto de fin de curso de una escuela primaria que sólo tuvo dos días para ensayar… y donde el único que tocaba piano se enfermó. Pero, ¿quién sabe si ese acto desastroso se convierte en algo que me interese hasta a mí?

Por eso es que a veces ¿lamento? que gente como Ana María Matute, Julio Cortázar, Ray Bradbury, J.L. Borges, Guy de Maupassant y, últimamente, Mariana Enríquez, me recuerden que poner palabras una al lado de la otra no es lo mismo que escribir. Genios.

Leave a Comment

Filed under castellano, lectura, Uncategorized