Metas no superadas
Cuando empezó la encerrona del CoVid me hice otra de mis famosas resoluciones incumplidas: escribir más a menudo. Eso, más el firme propósito de dos horas de ejercicio a diario, aprender a tocar el ukulele (!!!!!!), organizar las fotos de mi teléfono, y hacer kimchi, eran miembros de la pandilla de mis “algún día.” No…